Los jóvenes vuelven a la tele cuando hay contenido para jóvenes.

¿Qué está pasando? Si nos fijamos, cuando se emite La isla de las tentaciones, el resto de cadenas no sufren tanto. ¿Por qué? Muy fácil: porque en ese momento hay un público viendo la televisión que llevaba bastante tiempo alejado de ella. La revuelta es otro ejemplo. No solo ha conseguido superar a El hormiguero, sino que también ha logrado conectar con ese público.

Existe una generación de personas que se han sentido abandonadas, como Andrea. La tele no ha perdido audiencia, la tele ha echado a su audiencia. No es algo bueno ni malo, pero si hace seis años las tardes superaban el 15 % de share en todas las franjas y ahora las cadenas se pelean por alcanzar un 10 %, es porque la televisión olía a rancio. Y todo esto es culpa de llenar los programas con señoras mayores de 60 años en lugar de apostar por gente joven que haga contenido para todos los públicos.

Os hago la siguiente pregunta: ¿Cuántos presentadores menores de 50 años hay en televisión? Y aún mejor: ¿Cuántas personas de menos de 40 años aparecen en pantalla? Pues eso. Solo ocurre en dos o tres programas, porque a los jóvenes se nos aparta y no se nos da nuestro lugar. Por eso, cuando hay algo dirigido a nosotros, lo abrazamos como si fuera una paga extra en Navidad.

La tele está hecha por y para mayores. Ahora solo falta hacerla también para jóvenes.