En los 2000, casi todas las series tenían una introducción con una canción. Ahora, la intro dura apenas tres segundos, y los nombres de los integrantes aparecen sobre las primeras escenas del capítulo.

Todos recordamos en nuestro imaginario el Uno más uno son siete, la canción de Aída, la de Aquí no hay quien viva y un largo etcétera. Pero si ahora te preguntaran: “Dime una canción de una serie actual”, ¿sabrías responder? Probablemente no.

Qué pena no sentir que las series viven en ti porque solo las ves, pero no las escuchas. Antes, las canciones te sumergían en la historia desde los primeros acordes. Eras parte del elenco cuando ibas a la compra, al colegio o a recoger un paquete. Ahora, las bandas sonoras han desaparecido, convertidas en una playlist de Spotify previo pago.

Necesito recuperar esos valores tradicionales: series con 13 capítulos por temporada, de al menos una hora de duración, y que entre una temporada y otra no pasen siete años. Ah, y que vuelvan a tener música.