Me faltan programas donde la gente vaya a buscar el amor y no solo a hacer el ridículo. Antes existía Mujeres y Hombres y Viceversa, un programa donde se hacía el ridículo y se buscaba el amor. Todos recordamos a Rafa Mora, Hugo Paz, Steisy, Samira, Tamara Gorro, entre otros y otras.

Ahora solo tenemos First Dates y el programa de Juan y Medio, pero ambos tienen una esencia pasajera, donde cada capítulo es un “hola y adiós”. Me falta engancharme a historias de amor, a personas que me demuestren que son vulnerables o incluso que son malas personas. Quiero ver a gente normal, no citas de un minuto donde, al final, la mayoría resultan ser unos gilipollas que solo intentan ir de graciosos. Lo que hay que hacer es enamorar al espectador. ¡Qué difícil es entender eso! Quienes van a televisión tienen que hacer su trabajo: conquistar al público.

Querer fama es fácil; alcanzarla, no tanto. Antes, era sencillo que el foco mediático recayera sobre alguien. Ahora, parece casi imposible. La verdad es que ya no surgen famosos de una nueva generación. Antes, los programas de citas encontraban a esos desesperados que luego se convertían en personajes mediáticos.

Ahora me pregunto: ¿los tiempos pasados fueron mejores o es que ahora hay menos oportunidades?